jueves, 15 de julio de 2010

Es ley

EL MATRIMONIO IGUALITARIO PARA HETEROSEXUALES Y HOMOSEXUALES YA ES LEY EN ARGENTINA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
(felizmente, ahora me voy a tener que tragar una por una mis pesimistas palabras de que no iba a aprobarse)
Saudade: te querés casar conmigo? :P

martes, 13 de julio de 2010

Cansada

Vuelvo de trabajar, camino unas 15 cuadras para hacer un poco de ejercicio, llegando a casa me encuentro con las calles cortadas y algunos folletos en el suelo, alcanzo a leer que uno dice “queremos papá y mamá” y entonces me agacho a recogerlo. El motivo de que todo el centro de Córdoba esté cortado es una marcha en contra del matrimonio homosexual, y entonces se me viene a la cabeza la propaganda que escuché en la radio que aclaraba ser “a favor del matrimonio entre un hombre y una mujer” y que tenía un eslogan bastante curioso: “A favor de todos y en contra de nadie”.
Hace varios días Ella me recomendó que baje un cambio, que deje de leer tantas noticias, que deje de escuchar tanto la radio, y sé que tiene razón. Escuchar y leer cosas como estas me hacen mal, porque siento bronca, lástima, impotencia, y la única forma que encuentro en este momento para hacer catarsis es insultando. Últimamente me la paso haciéndolo, porque lo único que escucho es que lo que más feliz me hace en esta vida, mi relación con ella, está mal, que este año y meses que llevamos juntas no es nada, porque todos los homosexuales somos promiscuos, que tenemos entre 300 y 500 parejas a lo largo de la vida, que es pecado, que es antinatural. Que no importa que trabaje, que estudie, que pague mis impuestos a término, que ayude a alguien más, que sea una buena persona, porque al enamorarme de alguien del mismo sexo ya no tengo derecho a ser igual. Que si algún día con MI MUJER, entre otros derechos, decidimos tener un hijo, solo una va a poder figurar legalmente y la otra no existe, que ella, por más que sea MI MUJER, no puede ser nadie ni nada visible para la sociedad, como si darle la espalda a la realidad hiciera que ésta desaparezca. Y estoy cansada, estoy cansada de putear, pero es lo único que me ayuda a descargar un poco la tensión y me desagrada terriblemente porque me hace sentir violenta, casi tan violenta como ellos, que pisotean la vida y derechos de los demás ciudadanos. Ciegos, cerrados en sus CREENCIAS, pisoteando derechos con argumentos propios del medioevo, denigrando el sentido humanitario de la palabra humanidad. En fin: impotencia… y muchas ganas de llorar.