sábado, 9 de enero de 2010

Cuestiones de luminiscencia

Salgo de trabajar y apurada cruzo la avenida, el colectivo no debería demorar en llegar y no quiero perderlo, ella me espera en casa. Hace días que no la veo y el solo hecho de pensar en que debe estar tirada en mi cama me hace desear estar ya mismo en ese lugar. Llega el colectivo, subo, me siento y me pongo a esperar que todas las bocas con patas terminen de apretujarse hasta que el chofer diga “no va más!” y arranque. Me pego a la ventanilla intentando evitar los roces, me molesta el contacto físico con los desconocidos. Cuando era chica tenía la convicción de que mientras alguien me tocaba me podía leer la mente, así que intentaba evitar el contacto cuando iba sentada en algún vehículo. Desde el principio con ella fue diferente: no me molestó ni me molesta que me lea la mente con solo ver la expresión de mi rostro, no me molesta que me adivine mis timideces con solo ver mi mirada, no necesito un sombrerito de aluminio para evitar que lea lo que pienso porque no tengo nada que ocultarle. Y ella me espera y mi viaje se hace eterno. Y esos gritos y esas risas me aturden, solo quiero escuchar el murmullo de su voz diciéndome “hola amor” y sus labios cálidos contra los míos. Cuando la mitad del recorrido está hecho empiezo a impacientarme. ¿Tendrá puesto su piyama blanco? Se me viene a la mente su imagen: ella recostada semidesnuda en mi cama, con sus manos entrelazadas tras su nuca y esa sonrisa que me vuelve loca… y el tiempo parece pasar mas lento.
Llega el momento de bajarme, por suerte ya no queda tanta gente en el bondi, no tengo que esquivar a nadie ni tampoco que pedir permiso. Y me apresuro, me impaciento aún más, bajo y apuro el paso para llegar a donde está esperándome. Entro al edificio, tomo el ascensor, abro la puerta y mi departamento parece estar iluminado... no necesito encender ninguna otra luz, cuando estoy con ella todo es muy claro.

5 comentarios:

Saudade dijo...

Al piyama lo tengo limpito para cuando se presente la ocasión... Y sí, la luz mejor apagada o los del edificio del frente se ponen a cantar cantitos de cancha y a hacer barra :p

yiya dijo...

Hermoso lo que sentis, que alegria saber que estas asi...
Se de que se trata me pasa seguido en casa por suerte!Besos cuidese

Anónimo dijo...

Te digo que la última frase es para derretirse. Que bello es el amor.
Un saludo.

Topita dijo...

gracias yiya y gracias norma! Es tan lindo sentirse así! :)

Rosalía Navarro dijo...

Que wapas sois las dos, que tiernas y agradables. Es un placer leeros y pasar por vuestros blogs.
Un beso.
Rosalía.